ABDOMINALES Y LUMBARES
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Músculos
Abdominales y Lumbares .Importancia de trabajarlos.
Es
sabido que a falta de actividad física unida a los malos hábitos posturales en
el trabajo, colegio, etc, han llevado a que esta situación sea un mecanismo que
favorece la aparición de desviaciones del raquis y dolor lumbar.
Ambos
factores pueden determinar un desarrollo muscular insuficiente que dificulte el
mantenimiento de la postura correctamente.
Tous
y Balagué (1998) resumen los beneficios
generales con un buen desarrollo muscular abdominal:
Ø Repercute en una
buena alineación postural que permite una transmisión de fuerzas más eficiente
a través del cuerpo.
Ø Se proporciona
una presión interna abdominal (PIA) que mantiene la columna vertebral estable, reduciendo
así el estrés en la zona lumbar.
Ø Se absorben
mejor los impactos producidos por los saltos, rebotes o ejercicios
pliométricos.
Ø Se estabiliza el
cuerpo de forma que las extremidades superiores e inferiores puedan realizar
cualquier tipo de movimiento teniendo como soporte la musculatura abdominal.
Ø Se forma una
cadena muscular transmisora de fuerzas entre las extremidades inferiores y
superiores.
Ø Colabora en la
respiración durante la realización de las actividades físico-deportivas.
Músculos del
abdomen
Los
músculos abdominales son cuatro capas musculares superpuestas que cierran la
cavidad abdominal anterior y lateralmente. Empezando por la capa más profunda
nos encontramos con el músculo transverso del abdomen de fibras ubicadas
horizontalmente; en un plano más superficial, el músculo oblicuo menor o
interno con fibras orientadas oblicuamente desde abajo hacia arriba y desde
afuera hacia adentro; por encima de este, el oblicuo mayor o externo,
con orientación de fibras inversa al menor; y por último, el más superficial de
este grupo, el recto abdominal, se ubica completamente vertical, desde
el esternón al pubis. Si bien los orígenes de estos músculos son distintos,
todos comparten cierta inserción en la línea media del abdomen, en un gran
tendón llamado línea blanca o alba.
La
línea alba está formada por la unión de las aponeurosis de inserción de los
músculos de las paredes laterales. Pasan por delante o por detrás del músculo
recto del abdomen formando la vaina de los rectos.
Desde
el más rondo al más superficial, los músculos abdominales son:
Músculo
transverso abdominal: tiene su origen en las últimas 5 costillas, las
apófisis transversas de las vértebras lumbares
y la cresta ilíaca. Desde ahí, horizontalmente, se dirige e inserta en la línea
blanca. Cuando el transverso se contrae contribuye a la sujeción de las vísceras,
aumenta la presión intra abdominal, colabora con la espiración y se contrae en
los actos de expulsión de la vía respiratoria.
Músculo oblicuo
menor o interno:
se origina en las apófisis espinosas de L5, el sacro y la cresta ilíaca, se
dirige hacia arriba y adentro hasta insertarse en la última costilla, el apéndice
xifoides del esternón y la línea alba. Con su contracción bilateral, flexiona
la columna y el tronco; con la contracción unilateral produce la inclinación o
flexión lateral y la rotación del tronco hacia el mismo lado de su contracción.
Músculo oblicuo
mayor o externo:
se origina de la 5º a la 12º costilla y se dirige hacia abajo y adentro para
insertarse en la línea blanca y la cresta ilíaca. Su contracción concéntrica
bilateral, flexiona el tronco y la columna; su contracción unilateral produce
la flexión lateral hacia el mismo lado de su contracción y la rotación del
tronco al lado opuesto.
Músculo recto
abdominal: se origina en
las últimas costillas y el apéndice xifoides del esternón, baja verticalmente a
los lados de la lía blanca para insertarse en el pubis. Su contracción produce
la flexión de la columna y colabora en la retroversión pélvica reduciendo la
lordosis lumbar.
Músculo cuadrado
lumbar: Si bien no pertenece al grupo
abdominal, este músculo cierra la pared posterior del abdomen; se origina en la
última costilla y desciende hacia la cresta ilíaca y las apófisis y transversas
de las vértebras lumbares. Lateraliza el tronco y eleva la cadera en la marcha.
Los músculos
lumbares
Todos
estos músculos se originan en la masa común, una aponeurosis fibrosa de color
blanca que está adherida a la cresta posterior del sacro y el cóccix, a la
cresta ilíaca y a las apófisis espinosas de las vértebras lumbares. A este
grupo pertencen:
Dorsal
largo:
desde la masa común hasta las vértebras dorsales y las costillas
Sacrolumbar: desde la masa
común, llega a las vértebras dorsales, costillas y sigue hasta tomar inserción
en las apófisis transversas de las ultimas vértebras cervicales
Epiespinoso: tiene origen en las apófisis
espinosas de la D1 hasta la D10, y se inserta en las espinosas de D11 y D12.
La
función principal de estos músculos es mantener el tronco erguido, por lo que
se los denomina “anti-gravitatorios”, extienden el tronco desde la flexión y
realizan la anteversión de la pelvis acentuando la lordosis normal fisiológica.
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